Preocupa a expertos detección de radiación nuclear en Carlsbad

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Mientras que el Departamento de Energía de Estados Unidos aseguró que la fuga de radiación que el pasado mes de febrero se registró en la Planta Piloto para el Aislamiento de Residuos (WIPP) de Carlsbad, no representa riesgo para la población circundante, el físico y especialista en temas nucleares, Bernardo Salas Mar, calificó de preocupantes los reportes de detección de elementos radiactivos a un kilómetro de distancia del punto de la fuga.

Por su parte el Departamento de Energía de los Estados Unidos, a través de un comunicado publicado ayer, calificó de “rumor de Internet” la información al respecto que fue difundida a través de diversos medios electrónicos, al exponer que de manera irresponsable han ido alimentando las preocupaciones de esta semana acerca de la necesidad de estar preparados para evacuar el sureste de Nuevo México.

Ante este panorama autoridades municipales descartaron la presencia de contaminantes radiactivos en Ciudad Juárez.

Alejandro Reyes Gloria, director de Ecología municipal, informó a través de un comunicado que la dependencia a su cargo solicitó la intervención de la Semarnap y la Profepa.

Salas Mar, quien trabajó por muchos años en la planta nuclear de Laguna Verde, recomendó que la población de los alrededores de la WIPP, incluyendo la de Ciudad Juárez, tome precauciones dado que el plutonio y el americio son elementos emisores de radiación “Alfa”, más peligrosa que la Gamma o la Beta cuando es ingerida o inhalada, por lo cual puede provocar cáncer de pulmón, estómago o intestino.

“Sí se detectaron estos contaminantes en los alrededores de la Planta Piloto de Aislamiento de Desechos luego de la fuga de material radiactivo sufrida el pasado 17 de febrero, entonces la población de los alrededores debe tomar sus precauciones para evitar la incorporación de estos contaminantes”, expresó.

Para Salas Mar, la cercanía de este depósito de desechos radiactivos con la frontera mexicana debe obligar a la Secretaría de Relaciones Exteriores a revisar los tratados internacionales, para verificar que las distancias desde la frontera hasta el sitio donde está instalado el depósito se cumplan.

Al especificar la necesidad de confirmar debidamente el reporte de fuga radiactiva realizada por el Centro de Investigación y Monitoreo Ambiental Carlsbad de la Universidad de Nuevo México, el también maestro de la Universidad Autónoma Metropolitana lanzó una serie de cuestionamientos que a su entender deben ser respondidos para tener certeza de los riesgos, o de ofrecer garantías de que el accidente no tenga mayores repercusiones.

“¿Hacia dónde soplaba el viento el 17 de febrero? ¿Hasta dónde se dispersaron los contaminantes? ¿Hasta qué ciudades llegó el material radiactivo? La respuesta a estas interrogantes brindará el conocimiento del daño que pudo haberse causado. Luego de la ingestión o incorporación en el organismo humano, llega a tardar entre 10 ó 15 años, o más, para la aparición de algún cáncer”, destacó.

Indicó que luego de conocer el informe de lo ocurrido, procedería a confirmar o replantear su opinión sobre la conveniencia de ubicar los depósitos de desechos radiactivos en las minas agotadas de sal, que hasta la fecha consideraba como los sitios ideales para tal propósito “pues desde la formación de la tierra, estos sitios se han mantenido aislados de las corrientes de agua y por tanto parecía imposible que el material radiactivo ahí depositado pudiera emigrar al exterior”, especificó.

Según el comunicado del Departamento de Energía de los Estados Unidos no hay absolutamente ninguna base para estos rumores, dado que el monitoreo realizado por la Asociación de Residuos Nucleares en el aire, el suelo, el agua y la vegetación de la zona “no está mostrando emisiones de radiación que se acercaría a los niveles que causan problemas de salud”, conclusión que, asegura, es compartida por el Centro de Investigación y Monitoreo Ambiental Carlsbad.

El comunicado establece que en una reciente carta a los senadores de Nuevo México, Ron Curry, administradora regional de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, señaló que “las medidas de campo iniciales combinadas con el modelado de las posibles exposiciones públicas indican que es muy poco probable que cualquier exposición se acerque a los límites reglamentarios, o que pueda llegar a representar un problema de salud público”.

Cabe señalar que el pasado 17 de febrero, fecha en que se registró el incidente, el propio Departamento de Energía reconoció que 13 trabajadores dieron positivo en las pruebas de radiación elaboradas a raíz de la fuga, sin concretar las consecuencias para la salud que éstos podrían sufrir.

Ya desde entonces la dependencia federal se limitó a señalar que los trabajadores afectados serían sujetos a nuevos exámenes, desechando la posibilidad de una amenaza generalizada para la salud pública.

Al respecto, el director de Protección Civil municipal, Fernado Motta Allen, destacó que, de acuerdo a los reportes recibidos, se tiene certeza de que los niveles de radiación resultan mínimos como para representar un riesgo a la población fronteriza.

Indicó que pese a ello, para la próxima semana se tiene contemplada una reunión con representantes de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y del Departamento de Energía norteamericanos a fin de garantizar la veracidad de esta versión.

“Tenemos entendido que el tiempo de exposición al medio ambiente y a las personas fue muy reducido, y que el análisis de los filtros especiales con los que cuenta el contenedor de la planta refleja niveles sumamente pequeños de radiación, por lo cual las alarmas no se dispararon”, dijo.

“Pero no nos vamos a quedar con esta noticia, sino que la próxima semana viene gente de la EPA y del Departamento de Energía de los Estados Unidos para darnos la información de primera mano y tener la garantía de que no existen riesgos”, agregó.

Por su parte, Alejandro Gloria, titular de la Dirección de Ecología municipal, a través de un comunicado aseguró que hasta el momento no se han detectado contaminantes en la atmósfera relacionados con los dos eventos ocurridos en Carlsbad.

“Todo está bien, seguimos bajo las mismas condiciones, hay contaminantes pero no se han detectado partículas de plutonio ni ninguna partícula extraña dentro de los mismos filtros”, aseveró, al tiempo que indicó que la dirección a su cargo solicitó a la Semarnap y a la Profepa gestionar un reporte oficial respecto al derrame y sus incidencias.

Destacó que se pretende elevar a través de la Cámara de Diputados una solicitud a fin de que se establezcan controles más estrictos en el manejo de este tipo de materiales, así como revisar el límite o parámetros que se manejan, y solicitar una investigación formal, que por el momento no se puede efectuar por considerarse que “es bastante la cantidad de radiación en la zona afectada”.

“Estamos esperando el tiempo correspondiente para que se haga la averiguación real, tener datos 100 por ciento serios de cuáles son los elementos contaminantes que se fugaron del radio y obviamente tener una política clara de acción, y si es necesario un programa de contingencia, aplicarlo”, puntualizó al tiempo que manifestó que será hasta el próximo 26 y 27 de marzo cuando se tratará el tema con representantes de la EPA.

FUENTE: http://www.nortedigital.mx/63409/preocupa_a_expertos_deteccion_de_radiacion_nuclear_en_carlsbad/

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