Cuando el animal ataca a los chivos, los productores denuncian el caso en Fauna y la queja se traslada al Centro de Ecología Aplicada de Neuquén. La solución tarda.

El drama en campos de los crianceros que denuncian el ataque sistemático de pumas sobre sus majadas, muestra una vez más que la fauna nativa no convive del todo bien con la ganadería.

Los productores denuncian que desde la Dirección de Fauna tardan meses en darles un permiso de caza para matar al animal que se come sus chivos. En fauna coinciden con que pueden tardar hasta un año y que hay pocas políticas que contemplen al productor. Desde el CEAN, promueven opciones diferentes a la matanza.

“Río Negro” publicó el lunes último un informe que cuenta el drama que viven los crianceros del norte neuquino por la presencia de pumas que matan a ovejas y chivos.

Cuando ocurren estos problemas, los productores dan aviso Fauna. Allí se adjunta la denuncia del criancero por escrito y un registro fotográfico, si es posible y se eleva por vía administrativa al Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN) para hacer la consulta. Personal de este Centro debe ir al lugar y otorgar o no el visto bueno para que Fauna otorgue la autorización de caza.

Te puede interesar El drama de los crianceros: “o defienden al puma o a nosotros”

“Cuando nosotros recibimos la solicitud, el técnico del CEAN, por diferentes motivos no viene y no tenemos respuesta rápida, así que el permiso puede tardar un año ”, dijo Enrique Garrido de la Dirección de Fauna zona centro.

Según Garrido, el tema es complejo. La problemática para los productores es permanente, pero tampoco se debe promover la idea de salir a matar pumas a mansalva, porque es contraproducente.

En este sentido, el CEAN es categórico al afirmar que hay que ser cuidadoso, porque “solo algunos pumas predan sobre el ganado menor y la caza indiscriminada y el pago por el cuero del animal cazado, no reducen el conflicto”.

Según explican en los informes, la caza descontrolada puede aumentar el problema, porque genera territorios vacíos que pueden ser ocupados por otros pumas que atacan ganado.

En este sentido, desde hace un tiempo se trabaja en promover otras alternativas. Una de las más efectivas son los perros pastores. Según algunas ponencias, el perro protector de ganado se adiestra durante el primer año de vida en contacto permanente con los chivos.

El proceso dura 10 o 12 meses hay que ser paciente, perseverante y aplicado.

Otro método

Los corrales antipredadores, son otro método. Se tapan con medias sombras y el puma por más que esté cerca y escuche balar a los chivos, no ataca, porque no se pone en actitud de caza al no verlo.

También se puede poner a dos personas que salgan a cazar el puma en conflicto.

Desde Fauna sostienen que hay que ayudar al productor. Poner al alcance líneas de crédito para que pueda aplicar otra medida que no sea la matanza.